EDUCACION VIRTUAL: RETOS Y OPORTUNIDADES DE INCLUSION DESDE UN ENFOQUE DE GÉNERO
Por: Teresa Fernández Bringas
Para comprender la relación entre la educación virtual y la inclusión social, definimos ésta como la oportunidad igualitaria de ejercer derechos, uno de los cuáles es la educación.
La educación a distancia digital o virtual es un medio de acceso a este derecho a la educación, y utiliza como herramientas a las TIC. Estas se refieren al uso de medios telemáticos para comunicar y procesar información, creando así la convergencia de tecnologías cuya mayor expresión es Internet.
Quisiera comenzar por describir cuál es el estado de acceso a las TIC en el Perú actualmente y cómo se manifiesta la exclusión, cuáles son las brechas que existen.
De acuerdo a las últimas cifras de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO 2010), el acceso a las TIC en el Perú ha crecido de manera exponencial, pero a la vez se observan diferencias muy importantes en relación a variables tradicionalmente asociadas a la exclusión.
Una primera variable es la geográfica y una muestra es la diferencia entre zonas urbanas y rurales respecto del acceso a las computadoras e Internet, como se puede apreciar en el siguiente cuadro:
Entre el 2004 y setiembre del 2010, el acceso a computadoras y a Internet creció en alrededor del 20% en Lima y en los demás centros urbanos del país, mientras que solo avanzó en 2.6% en las zonas rurales. Respecto del acceso a Internet, en Lima éste creció en 19%; en zonas urbanas creció en 11% , mientras que solo avanzó en 0.2% zonas rurales.
Otra variable es la edad y el sexo, en relación al uso de internet y en los últimos años, el panorama es muy llamativo:
Como se puede apreciar, aunque existe un aumento general del acceso y uso de Internet, entre el 2007 y 2010, la brecha entre hombres y mujeres se mantiene, con más o menos 10 puntos porcentuales de ventaja en los hombres.
En relación a la edad existe una fuerte concentración de usuarios de Internet en el segmento entre 12 a 24 años de edad, que son los nativos digitales. En cambio en el grupo entre los 25 a 40 años hace uso de Internet, solo la tercera parte. Esta proporción baja a 2 personas de cada 10, en el segmento de 41 a 59 años y a 5 de cada 100 personas entre los mayores de 60 años.
Las variables educación y lengua también son altamente diferenciadoras en el uso de Internet. Quienes tienen educación universitaria acceden en un 80%, mientras entre quienes tienen solo primaria acceden en 0.9%. Del mismo modo entre los hispano hablantes acceden el 37%, frente al 7.6 de personas cuya lengua nativa es el quechua, aymara o de alguna etnia.
La forma en que se usa Internet, su objetivo y frecuencia, también se diferencian por el nivel educativo. En este caso el 98% del grupo de quienes tienen educación universitaria busca información por internet, mientras que solo el 48% de quienes tienen primaria lo hacen.
Todos estos datos dan cuenta de las brechas digitales existentes en nuestro país y confirman que las diferencias socio económicas, culturales, geográficas y de género se mantienen también en el acceso y uso de las TIC y por lo tanto, podemos suponer que se mantienen en el acceso a los sistemas de educación virtual.
Existen grandes esfuerzos en nuestro país para reducir estas brechas a través de implementar la banda ancha, a través del Proyecto FITEL (Fondo de Inversión en Telecomunicaciones), para dotar a la mayor cantidad de localidades con todos los servicios TIC, incluyendo, capacitación, internet e instalación de cabinas. Este proyecto ha cambiado el modo de vida de la gente, ha permitido el aumento de la productividad de negocios y ha generado un sentido de inclusión y nación. Por otro lado, desde el 2009 se logró que las mujeres constituyan al menos el 30% de los participantes de los cursos de capacitación, aunque no se cuenta con información sobre los resultados de esta disposición.
Algunos de los sub proyectos incluyen aspectos de capacitación en el manejo de las computadoras y de la web, así como componentes de teleducación, tv streaming y capacitación virtual. Asimismo tienen previsto instalar 5,000 kilómetros de fibra óptica en zonas de sur, centro y norte del país. La implementación de “Banda ancha para localidades aisladas”, beneficiará a 3.852 localidades y aproximadamente 1.6 millones de personas. Brindará telefonía pública a 3.010 localidades, telefonía de abonados a 497 y acceso a internet a 1.019 localidades. Este acceso a las TIC demuestra haber generado impacto en el aumento del ingreso per cápita del hogar[1], y en el mejoramiento de aspectos de salud y educación.
Sin embargo existe una realidad social y económica muy complicada, especialmente la de las mujeres en nuestro país:
En el Perú de hoy, resulta que ser mujer, pobre, tener más de 30 años de edad, pertenecer a una etnia indígena o amazónica, y tener una lengua no oficial, significa casi siempre tener bajo nivel de instrucción, y constituye el perfil para ser discriminada o excluida. En nuestro país, el 13% de mujeres y el 4.6% de los varones son analfabetos, pero en el área rural son analfabetas el 33.9% de las mujeres, y entre las que tiene lengua nativa, están en esta situación el 48.5%, frente al 14.3% de hombres de las mismas características.
A esto hay que sumar que aún se mantiene la brecha del ingreso económico entre varones y mujeres que, en términos globales, llega al 29.6% de los ingresos totales en las mujeres y al 70% en los hombres. Y por otro lado el 44.7% de mujeres y el 17:1% de hombres de 15 años a más, no tienen ingresos propios.[2]
Estos datos caracterizan una situación de desventaja que fácilmente podemos extrapolar al acceso a Internet y a la educación virtual, ya que el hecho de contar con una máquina y una línea no es suficiente para que las mujeres sean incluidas al mismo nivel que los hombres. Los proyectos de expansión de las TIC, si bien contribuyen de manera importante en la inclusión, no necesariamente incluyen mecanismos para reducir barreras de igualdad que no están asociadas a la línea y a las máquinas y no garantizan que las mujeres accedan a recibir educación o capacitación de tipo virtual
Existen otros factores que constituyen barreras para el acceso de las mujeres a la educación virtual, como:
- Escaso desarrollo de condiciones motoras, cognitivas y motivacionales para el uso de las máquinas, para la búsqueda en Internet y para el estudio en la modalidad virtual
- La exigencia de manejar software y máquinas a las que se tenga acceso
- El tipo de tecnología que se utilice: videos, fotos, audio, plataforma educativa, etc
- Contenidos: cantidad, calidad, lenguaje, imágenes, valores, etnia
- La cantidad de información que existe en Internet
- El tipo de tutoría y acompañamiento
- Estandarización de las propuestas sin atender a las necesidades de formación, intereses y cultura de cada participante.
- Costo del acceso a la cabina o computadora
- Tendencia a desarrollar contenidos textuales, lo que restringe al acceso a las que tienen dificultades con la lecto escritura, decodificación de signos y capacidad motora.
Por otro lado la edad, como ya se vió en las cifras anteriores, constituye una variable de exclusión en tanto los más jóvenes (o nativos digitales) son los que ingresan con más facilidad y acceden a Internet casi como un asunto natural, mientras los mayores de 40 años presentan más limitaciones conforme avanzan en edad. Si a esto se suman otras variables, la brecha se acentúa.
Imaginemos a una mujer, quechua hablante, de más de 30 años de edad, con un nivel de estudios de primaria, que vive en un distrito en la sierra. O una mujer shipiba, de la misma edad, que no concluyó la primaria y cuya lengua materna es de su grupo étnico.
Cualquiera de estas dos mujeres, recibiría el impacto favorable de la educación virtual, pero necesitarían una oferta pedagógica y tecnológica a la medida de sus necesidades y de su acceso a estos recursos. Por esta razón se requiere tener más información de las innovaciones que se han venido desarrollando y de las necesidades reales de las personas.
Veamos por otra parte a una mujer urbana, mayor de 45 años de edad, comerciante o vendedora, con nivel de instrucción medio, responsable de su familia. Usa internet, accede a las redes sociales y envía mensajes a través de su correo electrónico. Sin embargo su acceso a la educación virtual depende de otras condiciones, como la existencia de una oferta de capacitación que responda a sus necesidades y no ponga barreras a su nivel académico.
A pesar de la gran cantidad de información acerca de estos temas, se ha investigado poco o nada acerca de la situación de la mujer en relación a las tecnologías y menos acerca de la educación virtual. Respecto a la edad como barrera asociada con el género, tampoco se ha encontrado información sistematizada. Sin embargo sí se puede inferir que a mayor edad la brecha se acentúa, con mayor desventaja cuando está asociada a pobreza y a residencia en zonas alejadas de las capitales.
Sin embargo los resultados de algunas investigaciones señalan que se está dando un avance importante de las mujeres en el uso de los correos electrónicos y redes sociales. Esto significa un impulso para re pensar la educación virtual e innovar utilizando nuevos soportes.
- IPSOS Apoyo, en el Perfil del usuario de Redes Sociales del 2011, señala que en el Perú urbano, la población de internautas entre 8 a 70 años de edad, es de 57% de la población. De éstos, el 60% son usuarios de redes y las mujeres constituyen aproximadamente el 47% de este grupo.[3]
- De otro lado, en un análisis mundial de Internet, realizado por Interactive Advertising Bureau (IAB), organización dedicada a estudiar la industria en internet, se encuentra que, entre las mujeres, la brecha por edad se va reduciendo en el uso de las redes sociales y correo electrónico, demostrando en el segmento de 45 años a más, una mayor proporción de crecimiento de las visitas y tiempo dedicado a permanecer en la red, siendo similar al de las mujeres entre 25-34 y 35-44. A la vez este comportamiento se diferencia del de los hombres, por 10 puntos porcentuales de ventaja[4].
- Por otro lado señalan encontrar que las redes sociales y el correo electrónico representan las mayores motivaciones de las mujeres para usar la Web.
En un sondeo realizado recientemente por PROGRESO[5], en grupos de mujeres mayores de 45 años de edad, de nivel socio económico medio, se evidencian los grandes aportes de la educación virtual, entre los que citan:
- La libertad en el horario, que facilita estudiar a mujeres con doble o triple responsabilidad
- El ahorro en tiempo y dinero porque no necesita traslados.
Entre las limitaciones y barreras, citan:
- La idea de que se trata de una modalidad de estudio para los jóvenes.
- El miedo de no encontrar personas sino maquinas sin interactividad.
- La creencia de que las mujeres no tienen las mismas condiciones para manejar equipos para estudiar.
- Las dificultades para comprender y leer en la computadora.
- La necesidad de contar con un externo que les señale y organice tiempos y actividades.
- La idea de que el manejo de las redes es más fácil y los cursos son más difíciles
- La creencia de que un curso por Internet no tiene la misma validez que uno presencial.
Entre los aspectos de mayor exclusión citaron:
- Ubicación geográfica
- Nivel económico
- Nivel de instrucción.
- La edad porque determina un conocimiento muy básico o nulo de la computadora.
- No creen que el género sea diferenciador, creen que es igual para hombres y mujeres.
Entre los aspectos de mayor atracción que encuentran en Internet, señalan el uso de correo y para algunas el facebook, porque brinda la posibilidad de comunicarse con la familia y amigos es una de las cosas que más valoran.
Muchos de los proyectos de acceso a las TIC, dirigidos a mujeres, se han concentrado en facilitarles la gestión empresarial, o el desarrollo de capacidades para generar autonomía económica. Normalmente desarrollan las capacidades básicas de manejo de las computadoras, el uso de páginas web para la difusión e interacción para el negocio. Los resultados son aún incipientes y su cobertura es reducida y no se han encontrado reportes de cursos virtuales.
Un ejemplo es el Proyecto desarrollado con las mujeres artesanas en Ayacucho, a través del Consorcio Empresarial local, que ayudó a que las mujeres lograran establecer negocios virtuales. Otro proyecto es el desarrollado por el MIMDES en el marco de APEC, que llevó a un grupo de mujeres empresarias, a recibir capacitación en tecnología en Taiwan. Este grupo actualmente se encuentra desarrollando capacitación a mujeres en diversas parte del país.
UNA OPORTUNIDAD: LA INCLUSION Y EL EMPODERAMIENTO
- La gran oportunidad de la educación virtual es aportar al cierre de brechas y al empoderamiento. Quien se incluye, se empodera, es decir accesa, aprehende (se apropia), aprende y comparte, luego puede crear.
- La oportunidad histórica es que nunca como hoy, se ha tenido una conciencia social acerca de la necesidad de que las mujeres se incluyan, y las organizaciones de la sociedad civil y el estado han generado gran cantidad de programas y acciones dirigidos a disminuir la exclusión de todo tipo, contando con muchas opciones para ingresar a programas y proyectos.
- La oportunidad tecnológica es la expansión del acceso a las TIC, especialmente la telefonía y la señal de internet.
- La oportunidad de la socialización web. Muchas mujeres, independientemente de la edad, utilizan las redes sociales, y el correo electrónico. Esto puede ser una plataforma ideal para desarrollar la educación virtual.
EL RETO:
Construir un modelo de educación virtual que considere:
1.- El uso de todos los medios de convergencia tecnológica posibles: potenciar el uso de software libre, usar todos los medios posibles desde el teléfono hasta plataformas de educación. Incluir los videos, las películas, las video conferencias, uso de formatos similares a los de las redes sociales
2.- El desarrollo de una propuesta pedagógica que incluya:
- La presencia de un “mediador social” especialmente para poblaciones de mujeres que están en mayor desventaja, sin dejar de lado a las mujeres mayores que requieren de procesos de “inducción” para el ingreso a la educación virtual; tránsito del mundo concreto y cercano, al mundo de la virtualidad mediado por las máquinas
- La motivación
- Práctica en la capacidad de búsqueda de información, de organizarla, procesarla, y aplicarla
3.- La construcción de diseños pedagógicos apropiados. Esto incluye la formación del docente, el diseñador, y la concepción de soportes informáticos que privilegien lo visual animado, los espacios colaborativos.
4.- Desechar las metodologías que dejen en “solitario” a los estudiantes, y desarrollar sistema de tutoría y acompañamiento constante en todo el desarrollo de los cursos.
5.- Potenciar y utilizar los mecanismos de las redes sociales en una propuesta pedagógica que coincida con los intereses de las mujeres.
6.- El desarrollo de un sistema de supervisión o acreditación de la calidad de los cursos, generando una imagen de seriedad y calidad en el servicio.
- Se necesitan propuestas proactivas que ingresen a incorporarse a los grandes programas nacionales como:
- El Fitel y sus sub proyectos, con propuestas pedagógicas innovadoras que acompañen la implementación de las líneas y máquinas
- Los programas de atención a la primera infancia, brindando soporte a los padres de familia a nivel nacional
- Los programas de lucha contra la violencia, apoyando a los operadores de justicias (jueces, policías, etc)
- La descentralización, generando plataformas que permitan la interacción entre los ciudadanos
- Programas educativos dirigidos a adultos
- Programas educativos que sirvan de soporte a la población, durante la implementación de proyectos productivos en zonas andinas y amazónicas
- Programas educativos que puedan desarrollar capacidades en los jóvenes que no acceden a la educación superior, diseñados como cursos cortos, muy tecnificados. Dirigidos a ocupaciones específicas.
Desarrollar Investigación acerca de estas brechas y de las posibilidades demostradas por proyectos innovadores, así como recoger información sobre las necesidades de educación y capacitación de las mujeres.
Para las mujeres, internet significa la posibilidad de comunicarse, organizarse y participar, lo cual puede impactar sobre su ciudadanía. La educación virtual puede facilitar el conocimiento que necesitan para mejorar su salud reproductiva, la crianza de sus hijos, sus relaciones familiares y componer redes de protección frente a la violencia familiar y sexual.
[1]Evaluación del impacto del acceso a las TIC sobre el ingreso de los hogares. Una aproximación a partir de la metodología del Propensity Score Matchingy datos de panel para el caso peruano.
Roxana Fernández Machado y Pamela Medina Quispe. Lima: Diálogo Regional sobre Sociedad de la Información, 2011. 76 p.
[2] Evaluación del Plan Nacional por la Igualdad –Documento de trabajo – MIMDES – 2011
[3] Perfil del Usuario de Redes Sociales del 2011- IPSOS APOYO
[4] Interactive Advertising Bureau (IAB) – Avances de la Mujer en la Web
[5] Proyectos, Gestión y Recursos Sociales. www.progreso-peru.org