De E-learning a M-learning

Aquí un ejemplo de como el E-learning se está lentamente transformando a M-learning,

E-learning
Hagamos un breve repaso de este concepto. También denominado aprendizaje electrónico, el e-learning es un modelo de formación a distancia completamente virtualizado a través de Internet. Para ello, se utilizan herramientas y aplicaciones como correo electrónico, mensajería, páginas web, entre otros.
Así, una persona que posea una PC con conexión a Internet, puede acceder a cualquier tipo de curso desde cualquier parte del mundo (por supuesto, dando por hecho los requerimientos mínimos que debe tener la PC –memoria, disco, etc-).
De esta manera, el usuario (que pasaría a llamarse “alumno”) no solo accede al curso, sino que también puede comunicarse con su tutor asignado y compañeros, recibir ayuda del profesor y evaluar su progreso.
Es un complemento, otra manera de aprender. Si bien existen cursos 100% virtuales y a distancia, muchas veces suele ser una herramienta para las consultas de dudas o temas especiales o extracurriculares.

En la actualidad M-learning
Como ya muchos de ustedes se pueden llegar a imaginar, este concepto se fue desarrollando junto al desarrollo móvil (aunque a un ritmo mucho más lento). El m-learning utiliza los ya famosos smartphones y tablets para la enseñanza y aprendizaje.
Del concepto original, lo que ha cambiado es la manera de implementarse. En lugar de hacerlo por medio de una PC de escritorio o notebook, se utiliza una tablet o smartphone.
Y aquí comienza la tan ansiada discusión. Podemos encontrar problemas de todo tipo, como la reducción de los pixeles en comparación con una PC, problemas de conexión, requerimientos mínimos de memoria y procesador, entre otros.

Conectividad
Dependiendo del lugar en donde nos encontremos, esto puede resultar una ventaja o desventaja.
America latina presenta un caso extraño. Si bien la penetración de smartphones en el mercado ha crecido mucho, principalmente en Argentina y Brasil, la penetración de banda ancha no le ha seguido el ritmo. Las telecomunicaciones son muy limitadas, dependiendo del territorio, y el acceso a banda ancha puede resultar muy costoso según la localidad y el país.
Estos grandes problemas de conexión ponen en jaque el desarrollo del m-learning en la región.
Si bien está claro que estamos yendo hacia la movilidad donde el smartphone es un dispositivo esencial, actualmente no estamos preparados (por lo menos en la región) para exprimir al máximo las ventajas de este nuevo paradigma.
Vayamos a las cifras: En cuanto a la penetración de banda ancha móvil 3g, Brasil tiene 58,6 millones de clientes de un total de 98,2 millones que existen en toda Latinoamérica. Por detrás están México, con el 11% del total de clientes; Argentina, con el 7% y Chile, con el 5% (según 4G Americas). De esta manera, Brasil concentra el 60% de los contratos de banda ancha móvil de 3G.
Así, estos porcentajes son aún reducidos a pesar del gran crecimiento año tras año.
Por si no fuera un dato menor, hay un porcentaje de smartphones y tablets que no poseen o que no se contrata un plan de 3g. Esto desequilibra las estadísticas entre penetración de smartphones y conexión de banda ancha móvil.
Muchas tablets, como el Ipad, reducen su valor si se las adquieren con sólo wifi (sin 3g).
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