
Según reporte presentado al publico, la Universidad de Harvard “International and U.S. State Trends in Student Performance” que muestra que Chile y Brasil están entre los tres países que más han elevado el aprendizaje estudiantil entre 1995 y 2011, a razón de tres veces más rápido que el promedio de los 49 países incluidos en el estudio. Por su parte Colombia también estuvo entre los 10 primeros, duplicando su mejora con respecto a la del promedio. (Eric A. Hanushek , Paul E. Peterson y Ludger Woessmann PEPG Report No.12-03; Julio 2012, reseñado por Jeff Puryear en el Blog Preal)
Para ello se basaron en los resultados de 36 pruebas comparables de matemáticas, lectura y ciencias administradas en 41 estados de los Estados Unidos entre 1992 y 2011, sumado a 28 pruebas internacionales igualmente comparables aplicadas entre 1995 y 2009, las pruebas PISA aplicadas entre 2,000 y 2,009 para alumnos de 15 años y las pruebas TIMSS aplicadas desde 1995 y 2007 en 4to y 8vo grados.
Pese a los avances de los resultados en los logros medidos en matemáticas, ciencias y comunicación, Chile, Brasil y Colombia siguen siendo parte del tercio inferior mundial, bastante lejos de los países del tercio superior mundial.
Hay problemas para precisar las razones para ese progreso, porque cada país ha optado por vías diferentes para mejorar el aprendizaje de los alumnos. Además todos ellos han partido de una base muy baja por lo que dar saltos hacia arriba puede ser el resultado de medidas muy simples y baratas, pero que no garantizan un mejoramiento continuo.
Puryear especula con otras posibles explicaciones. Una, es económica. Siendo todas ellas economías en crecimiento continuo, hay un efecto de chorreo que reduce la pobreza y con ello aumenta el acceso a la educación de calidad creciente. Otra es política. Los presidentes han priorizado la educación y han contado con ministros que en Brasil y Colombia han estado en el cargo durante ocho años, con lo que tuvieron tiempo para aprender el trabajo y consolidar sus estrategias, manteniendo las reformas sin sobresaltos o cambios por rotación ministerial.
La tercera tiene que ver con la evaluación de los resultados. Los tres países aplican pruebas para medir el logro académico de todos sus estudiantes y dan a conocer profusamente los resultados entre padres, los políticos y la prensa. Eso incluye la participación en pruebas internacionales. La cuarta es que los tres países están buscando que estimular el rol de los docentes más meritorios capaces de ser buenos docentes. Chile aumentó significativamente los salarios, evaluando el desempeño docente y experimentando con el pago por mérito. Brasil instituyó un bono salarial, elevó los niveles de capacitación de sus profesores y mejoró la formación continua.
Otra razón común es que estos países están procurando estimular la competencia y la rendición de cuentas. En Chile hay un importante sistema de colegios particulares subvencionados que permiten a muchos elegir la escuela de sus hijos. Colombia ha establecido un sistema por el cual se le otorgan concesiones a colegios privados exitosos para que administren escuelas públicas. Brasil ha creado un clima de competencia a través de la medición y comparación pública de los resultados obtenidos por los estados, los municipios y las escuelas individuales.
Finalmente, los tres han tomado medidas para hacer que el financiamiento de la educación sea más equitativo. Brasil estableció un mínimo de financiamiento que reduce las diferencias de fondos entre los estados pobres y los ricos. Chile instituyó un sistema de subvención escolar preferencial que paga a las escuelas hasta el 50 por ciento más por cada estudiante de familia vulnerable al que le enseñan.
En suma, los tres países han colocado la educación como tema prioritario en la agenda nacional y han interactuado con la opinión pública que exige resultados a los políticos y las escuelas.
Vale la pena que los interesados en el tema revisen los informes de PREAL que se pueden bajar de internet. Todavía hay mucho por investigar y experimentar, ya que nada garantiza que seguir las rutas que siguieron estos tres países mejorará a los demás, ni tampoco que esta mejora inicial pueda seguir creciendo usando solamente las mismas medidas iniciales comentadas. Más bien me parece que esas medias tienen un tope y no son capaces de llevar a cerrar las brechas con el desempeño de los estudiantes del primer mundo.
Fuente: Diario El Tiempo (09-09-12)